Por Marcos Calligaris

Al estilo de los cafés filosóficos de París, una tendencia de debates pero en diferentes idiomas crece en los bares argentinos.

Bonjour, ça va bien? Garçon, un café s’il vous plaît…
Valentina cruza la puerta de un coqueto bar y mientras acerca una silla que la integrará a un extraño grupo que dialoga en una mesa, ordena al mozo un café.
‘Bonjour’, resuena como respuesta a coro desde la mesa y con total naturalidad. El mozo va por su recado. La conversación continúa, naturalmente.

Dicha situación no tendría nada de particular de desarrollarse en algún novelesco café parisién a orillas del Sena, en el coqueto barrio de Montmartre o en Les Champs Elysées.
Pero lo cierto es que quienes comparten la lengua de Molière son argentinos. Cordobeses para ser más exacto. Y el lugar de encuentro no es otro que un céntrico bar de ‘La Docta’.

Allí, al igual que en más de 400 bares de Argentina, se desarrolla un encuentro de Talktime (‘Hora de hablar’, en su traducción española), ‘un espacio de debate en torno a una mesa de café para ejercitar la exposición de ideas en una lengua ajena’, según lo define su sitio web, al mismo tiempo que agrega: ‘Talktime es un debate abierto e informal en un idioma extranjero cuyo objetivo es perfeccionarse en técnicas de comunicación oral dentro de un marco de mutuo respeto’.

De Paris a las Pampas

Sería imposible apartar al debate del hombre; de la humanidad. El mismo es inherente a la civilización.
Aunque fue en los años ’90, luego de que el filósofo Marc Sautet inaugurara el primer café filosófico en el Café des Phares, a un lado de la simbólica Plaza de la Bastilla, que los debates comenzaron a disgregarse por todo Paris. Y desde la Ciudad Luz, la tendencia comenzó a expandirse por el mundo llegando a recónditos lugares, desde India a Burundi, de Canadá a Estonia.

Podría decirse que tardaron más de 10 años en llegar a nuestro país. Pero cuando arribaron lo hicieron de otra manera y en una época difícil en la que para mirar más allá de las fronteras argentinas era casi imposible.
Fue entonces en marzo de 2001, en la localidad bonaerense de Ingeniero Maschwitz, cuando el país se encaminaba a una de sus peores crisis económicas, que un porteño llamado Felipe Fliess, decidió imitar la propuesta francesa, pero añadiendo un touch argentino: los debates serían en diversos idiomas. Eso es Talktime.

“Los debates públicos empezaron hace miles de años y la idea de filosofar en un bar no es nuestra tampoco. Lo que sí en un producto genuino argentino es hacerlo en diferentes idiomas. Incluso aquí, el hecho de usar ese espacio para poder comunicarse en otra lengua es nuestro objetivo principal”, revela Andrés, un bonaerense quien afirma ir religiosamente a cada Talktime de lengua inglesa.

Una tendencia en crecimiento

En la actualidad existen más 400 Talktimes en Argentina. Los mismos pueden ser en inglés, francés, italiano, alemán, portugués y hasta en griego. La mayoría tiene una fecha semanal de encuentro, siendo el de inglés el más frecuente. Otra cuestión a destacar es el carácter absolutamente gratuito de las reuniones. Uno sólo debe abonar lo que consume en el bar.
Para que un Talktime pueda ponerse en marcha se designa un moderador, los participantes proponen temas y se elige uno por votación. Los tópicos generalmente se vinculan a la actualidad para permitir una participación amplia e interactiva.

Además, los Talktimes poseen reglas, “simple pero esenciales” afirma Amanda, una jubilada, quien además confiesa encontrar en estas reuniones ‘un momento cultural, de esparcimiento’ y una oportunidad de ‘poner en práctica’ su materna lengua italiana.

Es cierto, estos espacios contienen algunas leyes básicas para que el diálogo no se vea obstruido. Levantar la mano para pedir la palabra, mantener el anonimato y no realizar preguntas personales, no emitir opiniones despectivas referidas a grupos étnicos, religiosos o géneros, son algunas de las cuestiones básicas con las que un talktimer debe estar de acuerdo para pertenecer.

Tampoco hay correcciones sobre errores gramaticales o de pronunciación. Desde el sitio web, los responsables de estos encuentros afirman que ‘al reunirnos fuera del aula, al no haber correcciones ni evaluaciones que provoquen presiones y al concentrarnos en el desafío de argumentos sin aludir a sus autores, logramos suscitar un ambiente cordial que desinhibe y facilita la interacción oral’.

La propuesta está. Talktime no tiene relación alguna con partidos políticos, organizaciones religiosas o de marketing. Sólo para el mero y humano placer de hablar y, de paso, en otro idioma. Las buenas discusiones y el intercambio de ideas, forman parte de la buena vida.

Más Info: www.talktime.com.ar