Entrevista a Eduardo César Angeloz, exgobernador de Córdoba
Por Marcos Calligaris

19.00 hs. de un día de octubre de 2007.

La cita es en un tradicional bar céntrico de la ciudad de Córdoba.
El entrevistado me ha convocado a las 19hs. Llego puntualmente, busco su rostro y lo localizo en un vértice del local, solo. Ambos asentimos con la cabeza al mirarnos y me dirijo hacia su mesa.
Frente a mí está Eduardo César Angeloz, aquel que fuera tres veces gobernador de la provincia de Córdoba entre 1983 y 1995. Aquel que fue candidato a Presidente de la Nación por la UCR en 1989, y que perdió por 15 puntos frente a Carlos Menem.

Aquel gobernante con 58 años de militancia que convirtió a la provincia en “una isla” que lideraba los indicadores nacionales. El mismo que debió dar un paso al costado en 1995 en medio de una crisis institucional insostenible.
Aquel dirigente que salvo para Presidente no perdió nunca una elección. Aquel que fue enjuiciado y luego absuelto por el delito de enriquecimiento ilícito. Aquel que tuvo que declarar como testigo en la causa por el asesinato del ex Senador Regino Maders.
Eduardo Cesar Angeloz, “El Pocho” como lo llaman sus seguidores, está sentado frente a mí. Tiene 76 años. Hace tiempo que ya no porta aquellos gruesos anteojos que hacían tan peculiar su rostro. Su retórica sigue intacta.

Casualmente o no, las luces de nuestra mesa y del bar descienden su intensidad. Hay muchas cosas que como periodista y ciudadano deseo escuchar de los propios labios del ex gobernador. Pero como buen político y orador, él toma la delantera hablando de sus inicios.
“Tengo 58 años de militancia en la UCR. Entré antes de los 18 años, en 1949 y he vivido activa y apasionadamente la política. Incluso a veces no he tenido las actuaciones que debía para con mi familia por esta suerte de pasión. No quiero decir que soy un fundamentalista de la política, pero a veces cuando se entrega con tanta pasión, se está cerca de ese fundamentalismo”, arremete.
Angeloz narra detalladamente su carrera política hasta llegar a 1991, dónde según sus propias palabras cometió un “error crucial en mi vida política”. Aquel año había decidido probarse el traje de gobernador por tercera vez. Y la tercera sería la vencida.

¿Cuándo se dio cuenta que había sido un error ir por un tercer mandato?
Cuando ya estuve en el gobierno. La gente manejaba muchas encuestas. Había algunos dirigentes que habían quedado atrás mío, lejos, y todo hacía suponer que ninguno de ellos tenía posibilidad de alcanzar el gobierno. Tuve que ir a una elección interna, en toda la provincia, compitiendo con el Dr. Ramón Mestre. Mi triunfo fue arrollador.

¿Cómo explica hoy el abrupto final de su gobierno en 1995?
Cuando en 1983 fui elegido Gobernador de Córdoba, Cavallo visitaba siempre los días domingos la casa del gobernador, que está en la misma Casa de las Tejas. Él tocaba el timbre, entraba en mi casa. A ambos nos gustaban los salames caseros, entonces con salames y vinos, compartíamos algunos minutos. Siempre sus manifestaciones eran acerca de que yo debía trasladarle al entonces presidente, el Dr. Alfonsín, que él podía ser un hombre útil en alguna acción de gobierno. A esta petición también se la había hecho al Dr. De la Rua. Y un día Alfonsín me contestó que de ninguna manera estaba dispuesto a hacer esa designación.
En 1993, Cavallo ya estaba militando activamente (para el justicialismo) en el país y en toda la provincia de Córdoba. Al decir de Menem, me entero que Cavallo le dijo que le iba a llevar la cabeza política de Angeloz en bandeja de plata.
La vida fue dándose. Yo seguí gobernando Córdoba, y en 1994 comienza la crisis económica de México, que se extiende a muchos países del mundo.
Nos sorprendió esa circunstancia, nos encontró sin recursos en ese momento y empezamos a hacer diligencias con el gobierno nacional y los bancos privados para que nos facilitaran un crédito.
Logramos hacer la comunicación con el banco Dillon Read, cuya vice presidenta era Anita Molinos. Ella llegó al país para ver en qué consistía esta solicitud y el crédito se iba a otorgar.
Estábamos hablando de 120 millones de pesos, cuando  en comparación con la deuda que tiene la Provincia hoy, cercana a los 10.000 millones de pesos, era simplemente una pequeña cantidad.
¿Pero que había ocurrido? Un llamado telefónico desde el Ministerio de Economía de Cavallo hizo que intervinieran el Dillon Read y el crédito no saliera.
Ahí pensé que este tema estaba terminado, lo llamé al Dr. Mestre y le pregunté  “¿Cómo estás para asumir antes esta elección?” Él me dijo: “Si hay que hacerlo, lo hago”. El 12 de julio se hace la transferencia del poder al Dr. Mestre.
Y acá me tenés, sólo, tomando un café contigo. Nunca tuve guardaespaldas y simplemente me junto con amigos para seguir analizando, pensando en lo que pueden ser nuestro país, nuestra provincia de Córdoba. Cavallo no puede sentarse en un bar, Cavallo no puede sentarse en un restaurante. Yo sigo militando, él no podría hacerlo.

¿Volvería a la política activa con algún cargo?
Yo tengo 76 años cumplidos y soy un militante apasionado desde 1949. Yo soy un cura laico, que daba misa todos los días en el altar de la política.
Con 76 años, se han cumplido todos los ciclos. No se puede ocupar ningún puesto más de la generación que viene abajo, la que tiene la responsabilidad de tomar la posta y seguir hacia delante. Ellos son los que tienen que definir un programa, los que tienen que definir el hacer de la vida política del partido. Si yo puedo ayudar, lo hago.

¿Cómo es actualmente un día de Eduardo Angeloz?
Por la mañana ahora estoy yendo al Hospital Privado para la reparación de un problema que tengo en el hombro. Inmediatamente desayuno y voy al bar a encontrarme con amigos. Las mesas tienen 15, 16, 20 personas todos los días.
Por la tarde, a veces hay algún dirigente que quiere conversar conmigo y acá nos juntamos. Entonces ya no es un café, sino alguna gaseosa o un whisky. Me permito leer mucho durante todas.

¿Nunca tuvo problemas en la calle, no le gritan algo?
No. Aunque no ha faltado alguno que te putée, pero bueno, esto ocurre querido.

¿El político vive acostumbrado a ese tipo de cosas?
Y… tiene que acostumbrarse. Pero sobretodo quien ha pasado por un juicio como el que yo tuve, cuya circunstancia no fue fácil.

Cuando a uno se lo imputa y luego se lo procesa como en este caso a usted por supuesto enriquecimiento ilícito. Más allá del veredicto, ¿es posible obtener la absolución de la sociedad civil?
No, la gente te condena antes por lo que te condenaron los medios de comunicación. Esta es una de las cargas mayores que yo tengo, cómo explicarle a la gente que estoy absuelto, qué es lo que ocurrió en el juicio. Pero felizmente ya estoy terminando el libro que escribo sobre el juicio. Para que todos los que alguna vez tuvieron dudas sobre este tema, lean con precisión, no solamente lo que digo yo, sino la defensa de mis abogados, lo que dijo la sentencia, la resolución del Superior Tribunal de Justicia en dos oportunidades y luego la Corte Suprema de Justicia.

Específicamente,  ¿cuál es la responsabilidad de los medios en este caso?
Mientras los medios de comunicación no te ayuden… Concretamente en este momento, en la provincia de Córdoba, si te condena La Voz del Interior, sos un condenado, así te haya absuelto la Justicia. Yo no logro todavía la absolución por parte de La Voz.

Más allá de todos estos procesos, luego uno queda sólo con su conciencia. ¿Usted tiene la conciencia tranquila?
Cómo no voy a tener la conciencia tranquila, si todo esto fue una miserable imputación. Fijate que cuando el Tribunal analiza la sentencia, dice que muchos de los testigos –falsos por cierto- los había llevado a esos estrados más la pasión política y el hecho de ser adversarios políticamente de Angeloz, que la verdad de lo que había acontecido.

Pero usted no solamente estuvo implicado en una causa por enriquecimiento ilícito, también declaró como testigo en el juicio por el asesinato de Regino Maders…
Se han dicho muchas fantasías. Que había un tráfico de drogas en EPEC. Hay que recordar que (a Regino Maders) lo mataron el 6 de Septiembre de 1991; que no había ni slots, ni casinos nuevos bajo el gobierno mío. Se habla de investigación del juego clandestino. Ahora lo dicen, pero hay que ubicarse en 1991, cuando repito, no había en aquel entonces ni slots, no casinos nuevos y si el juego era clandestino, en alguna máquina de éstas, permanentemente la secuestrábamos con la policía. Así que creo que nunca el Ingeniero Maders estuvo en ese tipo de análisis.
Yo fui convocado a ese juicio como testigo. Me tocó un debate serio con las dos abogadas que estaban ahí, la Dra. Teresa Maders y la Dra. María Elba Martínez. En una confusión tremenda hablaban de instalaciones que se habían hecho en una central térmica que estaba fallida, sin conocimiento de que esa central se había hecho en la época del gobierno militar y no bajo el mío. Fue un duro cruce de idas y vueltas, de manifestaciones y respuestas, y terminó la participación mía en ese caso.

¿Qué piensa respecto a la relación de Medina Allende con el asesinato de Maders?
Hay que recordar que cuando pasó el caso (de la venta del) Buen Pastor, el Dr. Grosso y yo nos comparecimos ante la justicia e hicimos la denuncia. Él (Medina Allende) fue condenado como autor.
No sé si es que adelanto opinión, pero si soy convocado de nuevo en este juicio diré algo que ya he dicho, que lo conozco desde cuando ambos concurríamos a la Escuela Olmos y luego en la militancia política, y creo que Medina Allende podía vender el Buen Pastor, pero que no tenía ni valor para mandar a matar a nadie.

¿Alguna vez sintió temor de terminar preso?
Jamás, Jamás. Yo sabía cómo había conducido el Gobierno de la Provincia. Conocía con exactitud todo lo que había ocurrido.

¿Cuál considera su mayor acierto durante su gobierno provincial?
Creo que la mejor decisión que tuvimos fue la implementación del Programa de Asistencia Integral de Córdoba (PAICOR). Creamos el programa que pudiera permitir a los chicos comer en las escuelas, que hubiera un guardapolvo blanco que igualara a todas las clases sociales y los zapatos para lo chicos.
Pasaron 25 años, ha habido modificaciones por parte de Mestre y De la Sota, pero no han logrado todavía cambiarle el nombre a un programa que sigue siendo muy vigente y que fue calificado por la OEA como el mejor programa latinoamericano.

¿Y cuál fue su peor error político?
El haber aceptado el tercer mandato en la Provincia de Córdoba

¿Alguna vez se imaginó qué rumbo hubiera tomado Argentina en 1989 con Angeloz como Presidente?
No lo sé. Seguramente hubiera continuado con aquello que el gobierno de Alfonsín instaló, que fue la paz social. Esto era fundamental. Y económicamente hubiera hecho un viraje. Creo que las circunstancias del país no lo acompañaron a Alfonsín, pero por sobretodo creo que no tuvo los mejores funcionarios para poder afrontar su responsabilidad en ese momento. Además las condiciones económicas del mundo no lo acompañaron a Raúl en esto. Pero pasó tanto tiempo ya. El año que viene cumplo 25 años desde haber asumido por primera vez el Gobierno de la Provincia.

¿Cómo le gustaría ser recordado?
Las valoraciones no se hacen con nadie en vida. A veces quieren levantarle placas y monumentos a un vivo. Alguna vez me tocó fijar mi posición en el Senado de la Nación sobre este tema. Yo creo que tienen que pasar 10 años luego de la muerte del dirigente político, con la distancia suficiente para analizar su vida y obra. Es como cuando uno tiene que ver un cuadro, toma distancia para poder apreciar. Las pasiones son muy feas para analizarlas en vida

21.15 hs. de un día de octubre de 2007.

El sonido de un celular interrumpe la entrevista. Angeloz promete su llegada en diez minutos. Pide la cuenta al mozo y se mezcla, solo, entre la gente, ante mi mirada.
Él parece tranquilo. La condena o absolución social seguirá dependiendo de cada ciudadano.

 

Una mirada sobre los gobernantes electos en Córdoba

¿Cómo ve la futura gestión Schiaretti como gobernador y Giacomino como intendente?
A Schiaretti le va a resultar difícil con el estado de duda y sospecha que ha conseguido instalar Luis Juez. No es fácil remontar eso, con la deuda extrema que tiene la provincia.
Me parece Giacomino va a tener que comenzar a gobernar, porque cuando uno analiza el gobierno de Juez, realmente recuerda a las peores acciones de gobierno que haya tenido un intendente.