Entrevista a Clidy Suárez, Adrián Ratti, Jorgelina Lagos y Carlos Eschoyez
Por Marcos Calligaris

Se trata de personas de los medios. Pero no de la concepción actual y fugaz de un personaje mediático. Ellos estuvieron en los albores de la televisión cordobesa, en un momento incipiente de la pantalla chica; en un momento en el cual la competencia, o no existía o se reducía a un sólo contendiente. Por ese motivo, por la novedad, por el profesionalismo, por la compañía, televidentes de todas las edades han grabado sus rostros y voces a fuego en la memoria.

Cómo olvidar a Clidy Suárez, que fue junto a Betty Román la primera imagen que salió en la televisión de Córdoba. Esa petisa pícara, maestra, profesora de danzas españolas, actriz, locutora de profesión que se autodefine como “hincha de Belgrano, de Boca y Peronista” y que trabajó casi cuarenta años en Canal 12.

¿Quién al pensar en Juan Adrián Ratti no revive aquellas noches en las que el conductor y médico psiquiatra nos presentaba apasionantes películas a través de ‘El mundo del Espectáculo’, o de tantos otros programas que hizo llegar a nuestros hogares?

Uno tenía la posibilidad de ver también las películas del 8. Allí quien nos introducía en este arte era Jorgelina Lagos, aquella periodista que gusta definirse como actriz y cantante, y gracias a quien pudimos seguir tantas veces la entrega de los premios Oscar.

¿Lloverá mañana? Para eso había que esperar el programa de Eschoyez. Luego de verlo a Carlos Eschoyez analizando los datos del tiempo, uno recién podía saber cómo vestirse el día siguiente.

Los cuatro tienen una particularidad, ninguno nació en Córdoba, pero cada uno a su manera fue precursor de la televisión cordobesa y forman parte indisociable de la historia de los medios de comunicación locales.

Pasó el tiempo y una tarde de junio están sentados los cuatro en una mesa de la Ciudad de las Artes. Juan Ratti, hoy director de esta institución, es el anfitrión. No dejará ningún detalle librado al azar. Las anécdotas comienzan a surgir naturalmente, no esperamos menos.

Jorgelina Lagos suelta un elogio a la próxima obra de teatro que se está por estrenar en el recinto y el resto asiente acotaciones varias.

“¿Es normal esta temperatura a esta altura del año?”, le consulta seriamente Clidy Suárez a Carlos Eschoyez, quien le responde afirmativamente con un análisis pormenorizado del promedio de temperaturas anuales. Así se van poniendo al día.

Todos tienen mucho que contar. “Yo empecé en la época experimental de Canal 12 haciendo dos obras de teatro, comenta Suárez y agrega que “era una época en la que pasabas con una guitarra por (la calle) Fader y te decían ‘a luz roja de cámara, cante’. Luego fui locutora estable de cabina del canal por 37 años, así que en total fueron como 40 años. Debo ser la única pionera viva que queda”, resume.

Juan Ratti no se queda atrás: “Yo entré a Canal 12 en 1965 con un programa que se llamó Teleuniversidad, dirigido por Edgardo Del Pino, que fue el primer programa cultural y universitario de la televisión argentina”, subraya.

Carlos Eschoyez por su parte cuenta que pasó 30 años frente a la pantalla y agrega que lo sigue haciendo actualmente, pero de otra manera.

“Yo estuve desde 1984 hasta 2000 en Canal 8, lo cual hace un total de 16 años,” sintetiza Jorgelina Lagos y añade que “inmediatamente comencé en cable y sigo desde entonces”.

 

Un antes y un después

Muchos años pasaron desde que el 18 de abril de 1960, Canal 12 se convirtió en el primer canal de televisión de Córdoba. Desde aquel momento, la tecnología avanzó a pasos agigantados, cambió el público, cambiaron los contenidos. ¿Cómo se hacía televisión antes?

Clidy Suárez: Nosotros lo hacíamos todo a pulmón y agudizando el ingenio. Todos los programas iban en vivo, eso hace que seas repentino, algo que a lo mejor no tiene la gente de ahora. La gran diferencia hoy es la tecnología, que favorece en algunos aspectos, pero empobrece la capacidad de raciocinio.

Juan Ratti: Cambió el color, la técnica. Hemos hecho cosas que, contadas ahora, pueden resultar absolutamente ingenuas y para nosotros era todo un hallazgo. Por ejemplo, presentábamos una nota de García Lorca por cámara 1, mientras en la segunda cámara teníamos una foto de revista de él, y mientras se hacía un relato en off, se iba jugando con las dos cámaras y los dos cartones con fotos. Hoy la computadora te arma todo. Por otro lado, cuando se pasó del blanco y negro al color, repercutió mucho en el maquillaje, la escenografía, los muebles.

Jorgelina Lagos: Las formas y los contenidos eran más cuidados. Se buscaba a profesionales y se exigía solvencia. Cuando digo profesionales no me refiero a títulos académicos sino a un compromiso, a una ética profesional que poco se observa en estos tiempos. Por otra parte, los medios técnicos actuales, obviamente, han mejorado la imagen. Pero el fondo se ha ido nivelando hacia abajo.

Carlos Eschoyez: Nada que ver la TV de los ‘70 con la de ahora. Antes los programas iban en vivo la mayoría, con inserts en película 16 mm. Hoy se compagina por computadora y se graba en DVD con muchísima rapidez, calidad y facilidad.

¿Qué repercusión tenían sus apariciones públicas, eran tratados por la sociedad como personajes importantes?

Clidy Suárez: Éramos unos personajes. En ningún lado hacíamos cola (risas). Una vez me encontré un matrimonio y la mujer me dijo “mi marido está muy enamorado de usted y cada vez que sale en el televisor, la besa”. Pero me lo dijo con tanta ingenuidad y sin celos, que yo entendí que mi imagen era muy familiar, muy amiguera.

Juan Ratti: En ese momento éramos figuras. En la calle, en el interior –el canal llegaba a 7 provincias- , firmaba autógrafos, me sacaban fotos, pero eso sigue hasta ahora incluso. Lo que hacíamos era muy importante y era lo único porque no había cable.

Jorgelina Lagos: Éramos reconocidos. Hay que considerar que en ese entonces solamente había tres canales en Córdoba. Pero me siguen tratando muy bien. 

Carlos Eschoyez: No me trataban como alguien importante, pero como toda persona que tiene acceso a medios de comunicación y más que nada a la televisión, uno se hace conocido muy rápidamente.

De furcios, anécdotas y éxitos

Quién ha hecho radio o televisión en vivo sabe en carne propia lo que es cometer un error al aire. Pero también experimenta momentos que quedan marcados para siempre.

Clidy Suárez hace la punta comentando un furcio que todavía parece ruborizarla. “Recuerdo que presentaba el festival de Jesús María y el de Cosquín todos los años. Yo era locutora estable de LV3 y un día frío salí a la plaza para hacer la locución; estaba medio dormida y dije con toda mi potente voz: ‘Transmite LV3 Radio Córdoba, de Córdoba. Directamente desde la Plaza Próspero Molina, en Jesús María.’ Creo que fue el peor momento de mi carrera, no había baldosa debajo de la cual pudiera meterme”, concluye tentada.

Juan Ratti clava la mirada en el horizonte, como queriendo ubicar un recuerdo y también sonríe. “Hubo muchas anécdotas… en ‘El mundo del espectáculo’, llegué a presentar películas que no iban, o presentaba una sin saber cuál iba a salir. Recuerdo también que a veces por una cuestión de tiempo, llegué a salir con un smoking de la cintura para arriba y abajo, de zapatillas y jean”. Ratti continúa haciendo memoria. “Recuerdo que a raíz del ingreso del cromaquí, que es la posibilidad de tener una imagen proyectada desde atrás, como un living, había que quedarse duro en una misma posición, sin moverse. Entonces la gente criticaba por qué estábamos tan duros y no se nos veían las piernas. ‘Son inválidos, o paralíticos’, nos decían”.

Por último el médico psiquiatra no podrá olvidar nunca su primer furcio. “Era en un programa muy culto y serio dije: ‘Tenemos que decirlo con espontaneidad y con naturaleidad’”.

Jorgelina Lagos no recuerda alguna anécdota puntual en televisión ya que para ella el trabajo era con pautas muy fijas. “Era un trabajo de rutina con reglas fijas inamovibles, pues alrededor se mueve mucha gente y hay que tener disciplina. Fue en radio donde me ocurrieron anécdotas más divertidas. El medio es más suelto y eso da lugar a la espontaneidad”, finaliza.

Carlos Eschoyez, por su parte recuerda muchas anécdotas, pero la que se le viene en mente es una que “demuestra la profesionalidad que tenían algunos, como aquel periodista que en ocasión del Cordobazo se olvidó el libreto en el centro. Antes no había mails, ni siquiera fax así que le dijo al director: ‘Vamos sin libreto nomás, yo relato todo y te pido la película.’”

¿Cuál fue el motivo de mayor orgullo profesional en sus años frente a la tele?

Clidy Suárez: Hubo mucha gente que se agenció el Martín Fierro que se daba a nivel nacional. Pero en Córdoba lo ganamos tres veces consecutivas junto a Roberto Ervin, haciendo un programa que se llamaba “Hoy la Cultura”. En aquel entonces no existían los Martín Fierro del Interior y fue un orgullo muy grande. También me enorgullece haber hecho en 1997 el primer programa de Córdoba por la mañana, en vivo, que se llamaba “Ni tarde, ni temprano”.

Juan Ratti: ‘Teleuniversidad’ me enorgullece mucho. Y también dentro de ese programa, había un segmento que se llamaba ‘Una mujer hacia la noche’. Hacíamos una nota íntima frente a frente con una mujer. Era impactante, se trabajaba con un fondo negro, las dos personas sentadas y muchos primeros planos, a los ojos, manos, gestos. Ese estilo lo empezaron a hacer recién 4 años después.

Jorgelina Lagos: Me enorgulleció presentar durante muchos años los premios Oscar. Debía poder hacer frente a cualquier contingencia – un corte en la señal, por ejemplo. Había que improvisar y debía hablar con propiedad del tema. Era muy estimulante.

Carlos Eschoyez: El motivo de mayor orgullo es que la gente me quería y esperaba el informe del tiempo, que recién se comenzaba a conocer cuando yo comencé a hacerlo por televisión en diciembre de 1969.

¿Cómo siente que la gente los recuerda hoy? ¿Qué sucede cuando la gente los ve en la calle?

Clidy Suárez: Siento que me recuerdan de la misma manera que cuando trabajaba. Es algo que me gratifica el alma todos los días.

Juan Ratti: A veces ando en la calle y pasa un hombre en una bicicleta y me tararea la música de El mundo del espectáculo, o me pegan un grito diciendo “¡Cuándo volvés!”

Jorgelina Lagos: Con cariño, la gente de mi edad. A los más jóvenes, hablando del público en general, mi nombre les suena, pero nada más. Lo divertido es cuando me dicen: “ Oia! Yo me crié (sic) con usted”. Considerando a la tele como un chupete  electrónico, creo que así debió ser, nomás.

Carlos Eschoyez: Como sigo estando dos veces por semana en Canal 12 con el Lagarto Guizzardi, además y cada vez que hay problemas con el tiempo, me hacen notas en otros canales, la gente sigue reconociéndome fácilmente y me saluda o pregunta algo.

 

Maldita TV

La televisión nacional actual ha sido sentada en el banquillo de los acusados por muchos sociólogos que analizan el comportamiento de nuestra sociedad. ¿Cómo la ven ellos?

Clidy Suárez es tajante al respecto: “No me gusta.” Y la periodista defiende su idea. “No me gusta lo escatológico, la mala palabra. En televisión o en radio jamás dije una sola mala palabra. Porque si había una persona del otro lado a la que le que caía mal, yo le estaría faltando el respeto. No hay derecho a que una criaturita que esté viendo tele o escuchando radio crea que insultar sea lo normal, lo educado. No hay derecho de burlarse de la gente, como lo hace el Beto Casella en Bendita TV. O Jorge Rial, que es una porquería de ser humano, que denosta a cualquiera que esté en contra de él”, concluye.

Es llamativo, y un dato a tener en cuenta, como el resto de los entrevistados también expresan un descontento con la TV actual.

En tal sentido, Ratti sostiene que “si bien ha habido todo un desarrollo técnico, respecto a los contenidos, sobre el tema de la audiencia y de la pelea minuto a minuto, se caen cosas que a mí no me gustan. Hay cosas burdas y mediocres. Tiempo atrás se decía que ‘la televisión educa y entretiene’ y hoy el término de educación se ha perdido. Hoy hablar bien está pasado de moda. Antes un locutor rendía exámenes, tenía determinadas normas Ahora hay una pelea por la audiencia que lleva a la decadencia en los contenidos y en la educación”.

Para Lagos “la televisión que se hace en Capital Federal es lamentable, por lo burda, chabacana y vacía”, y agrega que no mira televisión y forma su opinión “a través de los dimes y diretes de la radio o de los medios gráficos.”

Por su parte, Eschoyez considera que la televisión nacional “salvo raras excepciones, es tan mala”, que sólo ve canal Encuentro, algunos canales extranjeros y noticieros que él cree como los más creíbles.

En épocas en que los regresos están de moda, ¿tienen pensado volver a la televisión?

Clidy Suárez: Hace 10 años atrás dije que no trabajaba más y no trabajé más. Pero si hay una cosa que yo diga ‘¡Ah, mamita!’, quizás lo pensaría. Además, verás que nunca me hice un lifting, ni me hice las lolas, ni nada. Los televidentes vieron salirme cada arruguita. Sería engañarlos si de repente saliera con la cara estirada. Podría hacer televisión, obviando los planos cortos, por supuesto (Risas).

Juan Ratti: Es difícil plantearse el tema de los regresos repitiendo una situación dada en un momento determinado, pero sí plantearía la posibilidad de volver a la televisión. He estado muy afectado a la función pública, pero me planteo la posibilidad de volver, no sé con qué formato.

Jorgelina Lagos: En lo que refiere a televisión abierta, si no me pusieran límites, sería bueno llevar mi mensaje a mayor cantidad de gente en mi ciudad. Pero el canal por cable en el que estoy ahora llega a catorce provincias argentinas. Imagínese: me envían mails desde Formosa o Bariloche… ¡Eso no tiene precio!

Carlos Eschoyez: Yo en verdad nunca la dejé. Cambiaron cosas, sigo dos veces por semana en Canal 12 y hago un informe de lluvias para el agro en Colsecor, Canal Satelital, que lo bajan todas las cooperativas de luz, teléfono y agua de los pueblos y ciudades de Argentina y algunas del extranjero. También sale por Youtube.

 

Perfiles

Clidy Suárez

Rosarina de nacimiento, “antes decía que era cordobesa por adopción, ahora digo que soy cordobesa”.
Es maestra, profesora de danzas españolas, actriz, locutora. Recientemente trascendió que una importante radio la tentó para volver.
Junto a Betty Román fue la primera imagen que salió en la televisión de Córdoba.
Trabajó en canal 12 y LV3. También animó festivales y fiestas privadas.
Ella se define como “medio polvorita”.
Hace 12 años que se jubiló de Canal 12. “Y así fue como hice un inmenso descubrimiento, que me encanta rascarme”, reconoce sin vueltas.
Alguna vez la catalogaron como “La locutora de las tres P: Petisa, Pirata y Peronista.”
Vive sola “por elección”.

Un día típico

Me levanto temprano, tomo unos mates y desayuno mientras leo el diario. Luego me voy a la quinta que tengo en mi casa donde cultivo tomate, pimientos, achicoria, acelga, rúcula. Todos los martes juego al póker con mis amigos de hace 25 años. Son 5 varones y yo. “No me gusta jugar al póker con mujeres, los tipos son más lanzados.” agrega. Salgo con mi hermana, vamos al cine, a comer, las dos somos muy casineras, me gusta la quiniela. Soy muy escolasera. También me gusta leer.

 

Juan Adrián Ratti

Nació en Venado Tuerto, (“La esmeralda del sur de Santa Fe”, agrega).
Es médico psiquiatra y tiene su propio consultorio que nunca abandonó.
Vino a Córdoba para estudiar medicina, pero paralelamente se convirtió en figura mediática.
En televisión hizo de todo. “Pasé por programas hogareños como ‘Feliz Tarde Hogar’, noticieros, como ‘Noticiero 12’ y hasta ‘Noti Agro’, ‘Bazar Femenino’, ‘La Santa Misa’; programas culturales como ‘El Reloj de arena’, ‘Espectáculo hora cero’, ‘Hola Señor Mundo’ y ‘El mundo del espectáculo’, que estuvo en pantalla 20 años”, resume.
El mundo del espectáculo fue durante sus 20 años primero en audiencia, cualquiera de los 5 días en que se presentaba.
En 1980 con ‘Espectáculo Hora Cero’, viajó a España y realizó las primeras notas en el exterior de un equipo de televisión de Córdoba.
Actualmente conduce Radio Terapia, los sábados por FM Cielo y es director de La Ciudad de las Artes.

Un día típico

Generalmente mis días están divididos por mi gestión en La Ciudad de las Artes, y mi actividad como Psiquiatra. Luego de estas actividades me gusta leer, ver cine, estudiar, comer con amigos. Deportes no tengo, mis gustos pasan por los espectáculos, la lectura, los viajes.

 

Jorgelina Lagos

Su nombre completo es Elda Jorgelina Lagos y nació en Capital Federal.
Tiene dos hijos y dos nietos.
Si bien la profesión que figura en su pasaporte dice “Periodista”, ella se siente “ligada a muchas disciplinas más.”
Escribe -esta actividad se ha convertido en su “alimento imprescindible”-  canta y actúa. Se siente definitivamente actriz y cantante pero el tiempo –asegura- le es poco. “Debo trabajar para vivir. Hago mía la frase de Virginia Wolf: Para escribir, una mujer debe tener dinero”, afirma.
Conduce “Con Jorgelina”, su propio programa de TV por Canal 6 Satelital.
Jorgelina Lagos cuenta con el privilegio de haber presenciado y transmitido la entrega de los Oscar en 1986. “Fue una experiencia mágica. Ver allí a Norma Aleandro anunciando el Oscar (La Historia Oficial) para nuestro cine, fue ¡enorme! Yo estaba transmitiendo para LV3 en directo, por teléfono. Y me eché a llorar y casi no pude seguir hablando…”

Un día típico 

Me levanto temprano, leo los diarios y los mails, mientras saboreo mi infaltable mate cocido. No dejo de ser ama de casa, pero a lo doméstico lo termino por la mañana. Si puedo duermo un rato la siesta – ¡me hace sentir muy bien! – y después, si no voy al cine o al shopping, me interno de nuevo en la PC para armar mis programas de TV y radio. Además, trato de mantener  actualizado mi blog y estoy escribiendo una novela que ya está tomando forma. Me acuesto lo más temprano posible – nunca antes de las 22 – para poder leer unas dos horas antes de dormir.

 

 

Carlos Eschoyez

Meteorólogo de profesión, Carlos Eschoyez, nació en Chaco (“en el Impenetrable”, agrega).
Está casado y tiene seis hijos, tres mujeres y tres varones.
Amante de las actividades al aire libre, le gusta la pesca, la caza, pasar días en el campo, caminar por el parque, escribir, leer, reunirse con amigos, con sus hijos y “sobretodo, pasarla lo mejor posible con la gente o con la computadora”.
Actualmente es director de Infloclima un sitio de internet sobre el clima. “Fue un adelanto muy grande, mi sitio se ‘colgó’,  a la red dos años antes que ningún otro en la Argentina”. Para Eschoyez, la respuesta a la creciente popularidad de los informes sobre el clima en los noticieros de todo el mundo es muy simple: “el tiempo influye en todas las actividades del hombre, su economía, incluso en su salud”.

Un día típico

Mi sitio de internet, www.infoclima.com, ya tiene 15 años de antigüedad, más de tres millones de visitas mensuales, provee contenido meteorológico a otros sitios y tiene una sección “Premium” para el agro, muy completa. Allí trabajo con un equipo de gente y dos meteorólogos más. Grabo el tiempo para el agro los jueves y voy al programa del Lagarto los lunes y viernes. Todo eso me ocupa la mayor parte del día.

Los entrevistados se ponen de pie, se saludan afectuosamente y se despiden. Con ellos transita la historia. La historia que es presente y por qué no, parte del futuro de los medios de Córdoba.